En el Parque Nacional de Los Picos de Europa hay muchas rutas donde es más fácil encontrarse con un oso que con otros turistas.

Las vistas cambian de vez en cuando a través de prados verdes llenos de vacas, justo debajo de las paredes verticales del cañón y al lado de las cascadas.

Es sorprendente que estos paisajes todavía atraigan pocos turistas. Los tesoros de Asturias son una recompensa para las personas persistentes.

Escondido entre Galicia, con el famoso Santiago de Compostela y Cantabria, Asturias escapa de las multitudes.

Aquí no hay un turismo de masificación, no hay restaurantes conocidos en toda Europa, monumentos o centros turísticos de fama mundial. Esto hace que sea un sitio de “retiro espiritual”.

Asturias separa la cadena de Picos de Europa del resto del país. La meseta seca del centro de España da paso a montañas irregulares, abruptas y salvajes.

Asturias está formada por montañas y colinas, con un clima lluvioso y poblada de vacas, que suministran leche para el resto de España.

Y entre tantos montes, el camino de la ruta de Cares comienza en la ciudad de Poncebos y termina en el pueblo de Caín.

Pero aparte de la ruta del Carés el parque nacional de los picos de Europa nos ofrece multitud de posibilidades para disfrutar de la naturaleza.

Los lagos de Covadonga, la subida en funicular al pueblo de Bulnes o la subida en el teleférico de Fuente dé, que nos dejará a los pies de los míticos picos de más de 2000 metros de altitud del parque so algunos de ellos.

Por todo ello el parque nacional de los picos de Europa es un lugar ideal para pasar un mímimo de una semana en contacto con una naturaleza espectacular.

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